EDITORIAL
De nueva cuenta, el novelio esquema de comunicación y diagnóstico de la Secretaría de Salud Federal, basado en un semáforo epidemiológico con información recabada en directo en cada Entidad federativa para medir la evolución de la pandemia por Covid-19, presentó problemas de coordinación con gobernadores, pues al menos cinco mandatarios (tanto del partido en el Gobierno: Morena, como de oposición), se declararon abiertamente en contra, tras argumentar que se están tomando decisiones unilaterales, y en consecuencia anunciaron que consumarían un programa operativo propio. De conformidad, una vez más se pone sobre la mesa la urgente e ineludible necesidad de generar las condiciones para un gran acuerdo integral entre la Federación y los diferentes órdenes de gobierno, fincado en transversalidad, deponiendo intereses politiqueros, futuristas, de concentración irracional de poder y de división, a fin de dar vigor al compromiso irreductible de cada actor involucrado en pro de la protección de la ciudadanía. ¿Será posible vencer por tanto a un mal que quizá ya sea más destructivo que el propio Covid-19 y su aplastante efecto en la economía, que es la falta de unidad, de comunicación, congruencia y transversalidad entre poderes y órdenes de gobierno?...
Semana del 20 de julio de 2020/Más información
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