REALIDAD EN CONCRETO/"El cosmos eligió a Nayarit… una vez más"/Miércoles 10 de abril de 2024

Eclipse solar 2024 vertió su sombra total y parcial en la geografía Estatal…

El cosmos eligió a Nayarit… una vez más






















“¿Quién logrará, con máquina potente, sondar el océano del éter, y llevarnos de la mano allí donde llegaron solamente los osados ensueños del poeta?” 
-Amado Nervo (El gran viaje).

Marco Vinicio Jaime
Ecosmos, hizo partícipe a Nayarit una vez más, después de 33 años, de una de sus más singulares y poderosas ‘danzas astronómicas’, del extraordinario movimiento sincrónico de los cuerpos en el espacio de la ‘Vía láctea’, en nuestro sistema solar, particularmente entre las denominadas lumbrera mayor y lumbrera menor: el sol y la luna respectivamente, cuando en un compás preciso esta última logra por cuestión de minutos bloquear la luz del astro rey, impidiendo a la tierra recibir totalmente su calor e intensidad lumínica, con sus consecuentes impactos en comportamiento faunístico y de la temperatura.

Este lunes ocho de abril de 2024, en punto de las 09: 49 de la mañana, con grado máximo a las 11: 08, y hasta las 12: 31 de la tarde, hora del Pacífico, fue así como tuvo lugar uno de los fenómenos naturales de relevancia mayúscula en el sistema planetario (2 horas con 41 minutos), considerado, con gran acierto, del siglo: un eclipse solar, total (oscuridad por minutos), para una parte importante de América del Norte, México, Estados Unidos y Canadá, una franja de tierra de casi 200 mil kilómetros, según indicó la revista National Geographic ( https://www.ngenespanol.com/el-espacio/eclipse-total-solar-2024/ ), y de mil kilómetros de extensión, por 185 de ancho en territorio nacional, generando oscuridad al cien por ciento en las entidades de Sinaloa, Durango, Chihuahua y Coahuila, en tanto que para el resto, sombra parcial, siendo que Nayarit registró una peculiaridad: con excepción de los municipios de Tecuala, Acaponeta y Huajicori, además de las Islas Marías e Isla Isabel, en que el evento fue al cien,  recibió el mayor porcentaje de sombra parcial de la República, 97, especialmente en Tepic, en una escala de 90-99, durante un lapso de cuatro minutos con 30 segundos, dando paso a una conclusión gradual de una hora con veinte minutos  (https://sanluis.eluniversal.com.mx/tendencias/a-que-hora-se-vera-el-eclipse-de-sol-2024-en-san-luis-potosi/ ). 

En tal circunstancia, niños, jóvenes y personas adultas, salieron a las calles, la mayoría con su correspondiente protector visual para presenciar la peculiar danza de la luna frente al disco solar; los de la Capital, hicieron pausa en su actividad laboral, periodistas y comunicadores a la labor registral, los de las escuelas (nivel básico, medio superior y superior) ya habían destinado previamente el día por aprobación oficial, incluyendo el desarrollo de talleres, conferencias y actividades diversas en el Museo Interactivo de Ciencias e Innovación de Nayarit. Los de la costa norte, playa Novillero, municipio de Tecuala, y localidades coincidentes con el trayecto de la franja sombría, hacia los sitios de mayor impacto también como Sinaloa, con lo propio: turistas, investigadores, medios de comunicación (locales, nacionales e internacionales), estudiosos de los astros, de las señales del cielo, ahí estuvieron.

Ahora, de conformidad, en lo que concierne a lo local, tocó a la sociedad nayarita de la segunda década del siglo XXI, una nueva generación, experimentar por vez primera el efecto dominó en la elipse, el movimiento de una de las piezas del engranaje estelar, que llamó a su vez, a descifrar el mensaje de cara al nuevo capítulo en el devenir del universo, con una perspectiva científica y tecnológica que esté a la altura, y el advenimiento de la siguiente danza de los cuerpos celestes, programada para el próximo 30 de marzo de 2052; esto, a la par de las generaciones asimismo que ya acumulan dos o más espectáculos cósmicos de tal naturaleza, los que estarían conminando al entendimiento de “su  [propio] tiempo y circunstancia”, la inmensidad del escenario sideral, de constante expansión, contra el brevísimo y frágil paso en el existir, es decir, lo que para el ser humano es toda una vida, justo es decirlo, apenas es un instante en el cosmos,  para acercarse por fin a la ineludible “sabiduría en la virtud de conocer el tiempo”, ¿acaso la vía por fin, el secreto de la verdadera trascendencia eterna?; generaciones anteriores, testigos pues del antecesor fenómeno, el del 11 de julio de 1991 -el que sí produjo oscuridad total en la Entidad-, y de más atrás.

En consecuencia, cabe decir que han transcurrido 54 años, desde el gran eclipse total de sol, del siete de marzo de 1970 que marcó y estableció prácticamente un parteaguas, pues sería plataforma para anunciar el eclipse solar que cerraría el pasado siglo XX: 11 de julio de 1991. Otra época, otra órbita social, otro capítulo en la identidad de la fuerza histórica que unió a las familias del pueblo mexicano, a “enfrentar” la oscuridad de la noche en pleno día, que traería la interposición de la luna entre el sol y el globo terráqueo. El connotado periodista Pedro Ferriz Santa Cruz pasaría a la posteridad con sus palabras: “No sabemos si reír, llorar o rezar”.

De igual forma, 21 años después, el también destacado precursor de la comunicación mexicana, Jacobo Zabludovsky, fiel a su estilo, anunciaría, tras la crónica del recién concluído eclipse de 1991, en el noticiero estelar de la noche, que el próximo movimiento cósmico símil, ocurriría precisamente el 8 de abril de 2024. Hoy, se difunde pues, con júbilo tras la reseña correspondiente, que el cosmos tiene reservado su regreso con una danza de gala, de oscuridad total, el 30 de marzo de 2052. ¿Qué sucederá? ¿Qué escena terrestre y sideral regirá? ¿Quiénes estarán, lo describirán y en lo subsecuente proclamarán la siguiente danza postrera? Porque se sabe que en los eclipses, se abre por decirlo así, un portal para ver y penetrar a un mundo no visto comunmente, y consumar grandes avances científicos, por ejemplo, el descubrimiento de elementos como el Helio, y la confirmación de la teoría de la relatividad del connotado físico Albert Einstein (https://www.nytimes.com/es/2024/03/23/espanol/eclipse-solar-2024.html ).  

Lo cierto, es que una estratégica línea en común, siempre ha mantenido conectada a la humanidad desde la antigüedad y su observación de las estrellas, de su multiplicidad de fenómenos celestes en la inconmensurable maquinaria orbital: entenderse al unísono del espacio que le circunda en la Tierra y hacia afuera en el universo, para saber el rumbo de su propio desenvolvimiento dentro y fuera de casa: origen, esencia, significado, cuidado, preservación y clave de la futura supervivencia, la razón de la unión y la verdad. Y es que, como lo escribió el periodista Héctor de Mauleón, en su reciente crónica “8 de abril de 2024: el eclipse”: “los eclipses arrastran cosas que vienen de siglos” (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/hector-de-mauleon/8-de-abril-de-2024-el-eclipse/). ¿Qué se arrastró esta vez para Nayarit, para México y América del Norte? 

Así, el afamado bardo nayarita, el amado Amado, Ruiz de Nervo y Ordaz, en su vislumbre y pasión por el futuro de la humanidad y su relación con el cosmos, no se equivocó cuando describió con certero tino en su poderoso poema “El gran viaje”, lo siguiente: “¿Quién será, en un futuro no lejano, el Cristóbal Colón de algún planeta?

¿Quién logrará, con máquina potente, sondar el océano del éter, y llevarnos de la mano allí donde llegaron solamente los osados ensueños del poeta?

¿Quién será en un futuro no lejano el Cristóbal Colón de algún planeta?

¿Y qué sabremos tras el viaje augusto? ¿Qué nos enseñaréis, humanidades de otros orbes, que giran en la divina noche silenciosa, y que acaso hace siglos que nos miran?

Espíritus a quienes las edades en su fluir robusto mostraron ya la clave portentosa de lo Bello y lo Justo, ¿cuál será la cosecha de verdades que deis al hombre, tras el viaje augusto?

¿Con qué luz nueva escrutará el arcano? ¡Oh la esencial revelación completa que fije nuevo molde al barro humano!
¿Quién será en un futuro no lejano el Cristóbal Colón de algún planeta?”.

Ya veremos qué depara entonces, el futuro, el cosmos y sus eclipses, el universo. En marcha, en comunicación y enhorabuena.

    



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