Elección 2024…
Mismos personajes, diferentes colores
Alfredo Padilla
Como es del conocimiento popular, este próximo mes de junio del presente, tendremos las elecciones más grandes en la historia de México, donde los ciudadanos elegirán no solamente a una Presidenta de la República, sino a nueve gobernadores en igual número de estados; a senadores, diputados federales, locales e incluso presidentes municipales y su cabildo. Esto incluye obviamente, a nuestro Estado Nayarit, marco en el que podemos ver ya, a plenitud, muchos personajes saliendo a solicitar el apoyo del pueblo: algunos tras haber promovido previa licencia a una actual responsabilidad en el ejercicio de poder, a fin de competir por un espacio diferente, o por el mismo vía reelección. Pero lo sorprendente de todo esto, es que volvemos a ver, que es la gran mayoría, a los mismos perfiles que desde hace un tiempo se desenvuelven en el ruedo.
Desde hace varios sexenios, no dejan de ser pues las mismas personas que detentan los cargos en los diferentes poderes y órdenes de gobierno, ya sea de diputados o incluso a presidentes municipales, estos mismos compitiendo por otros municipios. La única diferencia es verlos en otros partidos.
En no pocos casos, hay quienes de plano han desfilado por la gran mayoría de los partidos - en lo que concierne al Estado-, donde si bien no han obtenido un gran puesto, sí les ha valido para seguir vigentes e intentar conseguir uno de mayor peso en las siguientes elecciones. Hoy, un número importante de quienes compitieron en las elecciones del pasado 2021, pero que no lograron su objetivo, se las ingeniaron para aparecer de nueva cuenta en las boletas con otro color.
Queda claro que los valores de los partidos, han quedado en desuso y muy por debajo de lo que en su momento dieran fuerza y validez a la propia razón de ser de lo que a su vez se enmarca en la ley como entes de interés público. Así no extraña el que una excandidata a la Gubernatura, trate de competir (o repetir) por un escaño en el Senado de la República, bajo las siglas de uno de los partidos que tanto criticó. Solo queda esperar que el escenario de las elecciones no supere expectativas y termine por ser más decepcionante de lo que se percibe. Veremos finalmente qué diversión, o en su defecto, preocupación nos da, a los ciudadanos, la peculiar correlación de fuerzas y expresiones que ahora se debatirán por el codiciado poder, en una justa en la que desafortunadamente cada vez priva menos el oficio político y la consecuente búsqueda genuina del interés popular, aunque todo se lleve a cabo invocando su nombre y con sus recursos.
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