Ancianos temerosos
Por: Sergio Mejía Cano
En días recientes algunas publicaciones locales han puesto énfasis en que la delincuencia en la capital nayarita se ha disparado en forma alarmante, que los asaltos a mano armada tanto a transeúntes como a comercios y negocios están a la orden del día, así como los robos a casas habitación, etcétera; pero, lo que más ha alarmado sobre todo a las personas de la tercera edad, es la noticia de que un hombre había sido balaceado al salir de un cajero automático en pleno centro de la ciudad, al resistirse a ser asaltado.
Y esto último, debido a que muchos adultos en plenitud, reciben el pago de su pensión o jubilación mediante tarjeta bancaria, por lo que tienen que acudir cada mes a retirar el dinero de la misma, entonces, surgen los comentarios entre los adultos mayores sobre qué van a hacer en caso de que uno o varios delincuentes los estén esperando a la salida del banco el día que cobren su mensualidad, si por lo regular la mayoría apenas se pueden mover, y ya no tanto por ellos mismos, sino por algún familiar que los vaya acompañando y que por defenderlos pueda salir lastimado o peor: asesinado. Y aparte, en caso de que nada más les quiten su dinero, lo que esto significa para la mayoría de ellos, pues muchos ya deben la mayor parte del dinero que van a recibir, por lo que se quedarían sin comer durante todo un mes, o se tendrían que endeudar aún más teniendo que pedir fiado para salvar la situación económica. Y esto sería lo más común, ya que entre los pensionados y jubilados hay quienes reciben una cantidad económica muy baja cada mes, tan precaria, que no les alcanza para salir tan siquiera la semana siguiente de recibir su mensualidad; así que no se podría considerar paranoica la preocupación de muchos ancianos cuando por fuerza tienen que acudir a un banco por su dinero con el temor latente de que la delincuencia los va a estar esperando para quitarles lo que se ganaron con tantos años de servicio cuando estuvieron en su etapa productiva.
Sin embargo, y como siempre, no han faltado las voces que señalan que no es que se haya desatado la delincuencia, cosa de todos los días, sino que ahora se ha abierto más la información respecto a la misma, y que posiblemente ahora haya más denuncias de las víctimas; pero también han surgido cuestionamientos sobre el actuar de la actual administración municipal y que también podría ser un golpe mediático hacia el doctor Polo Domínguez, ante su negativa de entregar la policía municipal a un “mando único”, cosa que hasta ahora, según analistas y personas enteradas al respecto, aducen que el presidente municipal está bien en su negativa mientras no se reforme el artículo 115 constitucional, ya que mientras esto no suceda, Polo Domínguez se está apegando a dicho artículo; y si el principal deber de todo servidor público y funcionario es cumplir y hacer cumplir la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, pues no hay vuelta de hoja; pero ya una vez reformado dicho artículo 115 de la Carta Magna, en caso de que se llegara a modificar o reformar, y que ahí se hable del mando único policíaco, entonces sí, el doctor Domínguez no podría negarse a que la policía municipal se sujete a dicho mando único en manos de quien recaiga. Y desde luego que esto de la negativa del presidente municipal de no ceder por lo pronto la policía municipal a un mando único, no es nada más privativo de Tepic, sino que hay infinidad de municipios de otras entidades que también no se han sometido a entregar el mando de su policía a dicho mando único.
Así que ni para allá ni para acá, ya que queda entendido que el presidente municipal de Tepic, no es que sea negativo y caprichoso al negarse a acatar eso del mando único de las policías, sino que posiblemente no quiere violar la Constitución; pero eso sí, en caso de que se reforme el susodicho artículo 115 constitucional y que establezca lo del mando único o que entre sus líneas diga que desaparece la policía municipal y auxiliar quedando supeditadas con determinada denominación bajo un solo mando, entonces ni para dónde se haga el doctor Polo que, quiera o no quiera (velis nolis), tendría que someterse al nuevo mandato constitucional; y ahora sí, en caso de negarse estaría violando entonces nuestra Carta Magna, pero solo en caso de que se llegara a modificar o reformar el artículo 115, mientras tanto no ocurra esto, el negarse a entregar la policía municipal a un mando único no se podría considerar como un capricho más de Polo.
Sea pues. Vale.
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