REALIDAD EN CONCRETO/"Monopolio en la industria eléctrica no es el camino: COPARMEX"/Lunes 23 de febrero de 2021

Carlos Aurelio Hernández: energía cara y sucia pegará al bolsillo de mexicanos…


Monopolio en la industria eléctrica no es el camino: COPARMEX


















Sergio Mejía Cano
En la lucha por la reforma a la ley de la industria eléctrica del país, que persigue el Gobierno Federal, regresar a un monopolio con evidentes características de un escenario pasado que no corresponde en lo absoluto con lo que se requiere en una nueva normalidad, constituirá sin duda un impacto negativo no solo en materia ambiental, sino para el “bolsillo de la mayoría de los mexicanos”.

Lo anterior, fue dado a conocer este lunes por el Vicepresidente de Energías Renovables de la Comisión Nacional de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Carlos Aurelio Hernández, como parte de una campaña nacional de información, reflexión y concientización a efecto de que “como sociedad se incida en la decisión final del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y en consecuencia los legisladores -principalmente de Morena, que son mayoría- sustenten su labor más en un carácter técnico que político-ideológico”.

En reunión virtual con representantes de medios de comunicación locales y la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), que coordina la periodista y analista Lily Cayeros, el también Consejero Nacional de COPARMEX, consideró que es un hecho que la industria eléctrica requiere fortalecerse, pero no con esquemas del pasado e intereses particulares de hegemonía político-gubernamental, sino con base en lo que requieren realmente los ciudadanos, que es una energía limpia, renovable y a bajo costo, evidentemente contrario a la visión de concentrar en la Comisión Nacional de Electricidad (CFE) todo el proceso de producción y compra, cerrando la puerta a la participación de la Iniciativa Privada, que es al final de cuentas, la que está apostando por el futuro: dejando a un lado el uso de combustibles fósiles que contaminan y dañan el ambiente por el uso de energía limpia y accesible a todos, que ya la hay hasta en un 35 por ciento a través de plantas geotérmicas y de bioenergía. La realidad socioeconómica vigente, agregó, no es la propicia para pretender proyectar en apariencia un Estado benefactor que subsidia -porque de seguir en esta misma línea se requerirá-  y es autodependiente, pero que después de todo, el costo lo asumirá el pueblo como contribuyente, cuando en realidad es consumidor.

El Vicepresidente de Energías Renovables de la cámara empresarial, reveló por tanto, que de aprobarse la reforma tal cual lo busca el Presidente, habrán de recurrir indefectiblemente a las vías que les proporciona por derecho la legislación, que son los recursos de amparo, ya que lo que está en juego no es esa confrontación simplista de buenos y malos, o de empresarios contra la CFE, sino el derecho del pueblo mexicano a un futuro con responsabilidad y saludable para las venideras generaciones. 

Asimismo, el Presidente de COPARMEX en la Entidad, Alejandro Valdés Menchaca, secundó al Consejero Aurelio Hernández, e indicó que la reforma a la industria eléctrica comporta entonces un retroceso: se ha difundido una idea tergiversada en contra de empresarios, que están en contra del sector energético, cuando lo que se busca es la libre competencia, que es por demás sabido genera equilibrio, contrapeso y beneficios finales para todos. “No queremos -enfatizó- que aumenten costos de producción y energéticos. Sabemos de la eficiencia de la Comisión Nacional de Electricidad en momentos de emergencia, como son los desastres naturales, y es por ello que pugnamos por avances, no retrocesos”.

Valdés Menchaca afirmó así que no hay necesidad en un momento dado de que se lleguen a destinar recursos para subsidiar una energía cara y destructiva por cuanto representará una fuente sobresaliente de contaminación, toda vez que desde ahora se puede optar por prevenir, evitar mayores apagones y mermas a la competitividad que ahuyente toda futura inversión en el país,  a fin de canalizar en cambio todo el recursos disponible a las verdaderas prioridades de la sociedad: su salud y subsistencia.

Tras la marcada divergencia pues entre la visión de la Iniciativa Privada y la ya tradicional concepción del Gobierno Federal de impulsar una política muy poco proclive a la crítica o enriquecimiento con la aportación de quienes no forman parte de su proyecto, el tiempo transcurre y las severas carencias sociales se multiplican. Por ahora, el planteamiento de la COPARMEX reviste de elementos lógicos en virtud de hacer énfasis en la necesidad de estructurar respuestas acorde a las circunstancias desafiantes de la nueva realidad que lo cambió todo a partir de la hecatombe sanitaria, y lo justifica con resultados favorables obtenidos ya del uso de energías renovables, por ello, cabe la pregunta: ¿qué tanto estaría dispuesto el Presidente a escuchar todas las voces que desean participar y proponer en un tema coyuntural que afecta a todos? Indiscutiblemente garantizaría un grado razonable de legitimidad a sus acciones al dar apertura a un singular debate que pondere la razón y el interés supremo de la ciudadanía, más que por la urgencia de consumar cimientos preestablecidos de su propugnada Cuarta Transformación. ¿Se podrá ver algo más que las divergencias y los intercruces de señalamientos que han dominado hasta hoy el desenvolvimiento de la dinámica política y gubernamental? Observemos.

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