EN LA FRECUENCIA/"El Presidente y los gobernadores, ¿sólo el comienzo?"/Domingo 23 de agosto de 2020

El Presidente y los gobernadores, ¿sólo el comienzo?





















Lily Cayeros
Quizá como nunca antes, el diálogo, imprescindible herramienta de comunicación para el intercambio eficaz de conceptos, procedimientos y actitudes -que bien pueden ser coadyuvantes a la edificación conjunta de mejores oportunidades-, y la suma de esfuerzos entre autoridades, fuerzas políticas y sociedad en general, encuentran significado mayúsculo, cuando está de por medio la supervivencia popular frente una catástrofe mundial sin precedente de índole viral que lo vino a cambiar todo, y en consecuencia no quedó más opción ni tiempo que la renovación cabal de los tradicionales métodos de práctica política y de gobierno para dar paso primero, a un entendimiento de las dimensiones del desafío sanitario y sus demoledores efectos, y segundo, a la confección de las políticas públicas requeridas para la consumación exitosa de una transición que, en los hechos, pareciera está costando sobremanera.

Así, en este marco, fue que tuvo verificativo el pasado miércoles 19 de agosto, el anunciado y singular encuentro entre el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y 31 integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), en San Luis Potosí, justo en medio de las conocidas dificultades de comunicación entre poderes y órdenes de gobierno, donde se vuelve entonces un imperativo, el establecimiento de orden jerárquico -en tiempo y prioridades-, para dirimir los asuntos en materia jurídica: especialmente de trámite, impartición y procuración de justicia, de lo que corresponde a la batalla político-partidaria de cara al proceso electoral 2021, y de la urgente coordinación gubernamental para generar soluciones a los problemas de una “nueva normalidad”, que aquejan con nuevos e intimidantes efectos a los gobernados.

En el evento antedicho, con todo, se establecieron algunos acuerdos sustanciales: la liberación del Fondo de Estabilización Presupuestal de 13 mil millones de pesos; recursos para atender la emergencia sanitaria y para la ejecución de obra prioritaria; seguridad pública, y revisión del Pacto de Coordinación Fiscal, no sin antes, previo, el Mandatario mexicano solicitó que cada Entidad cuente con esquemas de austeridad, racionalización del gasto y combate a la corrupción, para obtener mayores recursos y no sea más la carencia un obstáculo.

Sin embargo, de acuerdo con la visión de gobernadores mismos y de la opinión de expertos, quedaron muchos pendientes, que por lo candente de las propias circunstancias: 10 titulares del Ejecutivo estatales coaligados en una alianza opositora, que fueron especialmente demandantes, quizá impidió mayor diálogo y entendimiento. No obstante, es evidente que el encuentro mismo ya representa en sí, un paso importante, el primero de muchos más que podrán ser clave para alcanzar mejores condiciones para la urgente unidad y coordinación.

Con este preámbulo, la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), dio a conocer su postura consensada en la mesa de Análisis y Opinión semanal de este pasado viernes 21 de agosto, en el sentido de la necesaria continuidad de tales encuentros entre el Presidente de la República y los gobernadores, en vías de robustecer un intercambio estratégico de información integral, y en un marco de renovación constante ir generando soluciones contundente desde el corto, para el mediano y largo plazo, y en consecuencia alcanzar comunión en los temas prioritarios de la nación, que por ahora se enfocan a la salud, con el respectivo gran reto de organizarse en vías de la adquisición y distribución de una futura vacuna anti-Covid-19, seguridad pública, restablecimiento económico y educación, a partir del plan emergente “A distancia” del nuevo ciclo escolar 2020-2021.

Así, el columnista Sergio Mejía Cano fue enfático al decir que vio plausible el que el Presidente López Obrador expusiera una realidad: es momento de que los mandatarios antes de solicitar mayores recursos, cuenten con claros mecanismos de control, transparencia y rendición de cuentas, es decir, qué hacen exactamente con el dinero federal y en qué se invierte; y todo ello, agregó, será con base en una sólida comunicación, y que inclusive será facilitadora de una mejor sincronía para enfrentar la pandemia, que si algo ha puesto en evidencia, es de que “algo no anda bien”, pues hizo énfasis, en que por más medidas adoptadas para evitar propagación del virus, como reclusión domiciliaria, sana distancia o movilidad mínima, los muertos siguen aumentando, al igual que los contagios, de tal suerte que únicamente la suma de voluntades en pro de información precisa podrá dar exactitud y certeza al semáforo epidemiológico que coordina el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell.

Mientras tanto, el también columnista Óscar Zúñiga Estrada, consideró que dicho encuentro, dejó poco en comparación con la severa problemática que impacta a los mexicanos. Hay temas que es preciso analizar con más detalle y sincronía operativa de los mandatarios con el Gobierno Federal, de tal forma que ello debería ser tan solo el inicio de una nueva etapa de acercamiento. Hay casos, consideró, como el de Nayarit, que poseen muy poco potencial en industria, y su tributación tampoco ayuda mucho, de tal manera que surge la inquietud: “¿de dónde habrá de obtenerse todo el dinero que se requiere y del que se habló para fortalecer la obra pública, salud y el Fondo de Estabilización?”. De igual forma manifestó que la crisis pandémica es cada vez más severa. “Las cosas -enfatizó- andan muy mal en todas partes, y solo una verdadera unidad entre las autoridades de los tres niveles, al margen de cuestiones políticas y electoreras, podrá facilitar soluciones de fondo”.

El analista político y comunicador Marco Vinicio Jaime, puntualizó que “cuando el épico jurista, precursor del federalismo, Miguel Ramos Arizpe, dimensionó en la Constitución de 1824 la visionaria organización territorial, plasmó sin duda la esencia de tal orden jerárquico fincado en la corresponsabilidad, una línea de desenvolvimiento transversal”.

Por tanto, el federalismo, añadió, es unidad y compromiso, es subsanar corresponsablemente lo que hace falta; es revisar, acordar medidas integrales y aprovechar con entendimiento pleno de “tiempo y circunstancias”, cuanta oportunidad de mejora se presente, con auxilio imprescindible de congruencia y autoridad moral, dejando de lado toda tentación de subyugar o ejercer “caprichosamente” el mando constitucional para consumar proyectos hegemónicos y de corte unilateral. Los ciudadanos, ataviados de un peculiar escrutinio a fuerza de la desventura sanitaria, esperan precisamente, la sincronía gubernamental que sea capaz de colocar cada tema en su justo lugar, tiempo y tratamiento, demostrando así, que el interés supremo es el de ponerse de acuerdo para responder en función de lo que necesita el pueblo.

En su oportunidad, el comentarista y periodista gráfico Ramón Pérez Rentería, indicó que la reunión del Presidente y la Conago, bien puede ser el inicio de una serie de encuentros inteligentemente organizados para llegar a los acuerdos que necesita el país en este peculiar tránsito por la “nueva normalidad”; pero hace falta, refirió, voluntad, oficio, comunicación y entendimiento, y no hay más opción. En lo subsecuente, la unidad, afirmó, será lo único que podrá garantizar el que se tome en cuenta la realidad sanitaria sin esconder nada, sin simulación, para dar paso a un semáforo que verdaderamente emita información en función de la salud y la vida de los ciudadanos, más que por intereses económicos o políticos, que ha sido fuente de desacuerdos por parte de gobernadores.

Queda claro, que para avanzar a un federalismo directamente proporcional con los desafíos de la nueva realidad, el compromiso debe ser de todos, con un entendimiento pleno por parte de cada cual: gobernadores y Ejecutivo Federal, Poder Legislativo, Judicial, sociedad en general, de su propio papel. La justicia, la legalidad y el manejo del presupuesto con estricto apego a los preceptos constitucionales, no es una opción, y ahora menos, que hubo un cambio abrupto que exige una nueva manera de interactuar y de dar respuesta integral a las necesidades de la sociedad. La salud que es prioridad, es un tema que también exige de evaluación constante de las acciones ejercidas en pro de las garantías correspondientes, y mucho dependerá de la congruencia, la autoridad moral y la sincronía de las autoridades de los tres niveles para consumar credibilidad y adhesión ciudadana a las medidas que tiendan a controlar y mitigar los crueles impactos de la pandemia, y en el futuro, la adquisición y distribución oportuna de la vacuna contra el Covid-19 a todos los mexicanos. En marcha entonces.


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