CUESTIÓN/"Pacto por la salud de Nayarit, de México, ¿será posible?"/Domingo 07 de febrero de 2021

Pacto por la salud de Nayarit, de México, ¿será posible?


















Marco Vinicio Jaime
Día 277 de la nueva normalidad, lunes 08 de febrero del presente 2021, y el semáforo de riesgo pandémico de la Secretaría de Salud Federal dio a conocer su registro actualizado: el país continúa en estado de ‘máxima alerta sanitaria’, es decir, color rojo, con 13 entidades, incluyendo Nayarit ( cuyo saldo, al corte también del lunes 08 de febrero, fue de 10 mil 298 casos acumulados, mil 431 activos, 7 mil 472 recuperados y mil 395 defunciones); así como en alto riesgo, luego de 17 estados en naranja, y apenas dos en amararillo: en definitiva Campeche y Chiapas, que llevaban un par de meses en verde, cayeron nuevamente frente al incremento significativo de contagios y decesos (vigencia del 01 al 14 de febrero). Así, se tuvo al lunes 08 de febrero una demoledora estadística a nivel nacional de 166 mil 731 muertes, y un millón 936 mil 013 casos de enfermos acumulados.

El escenario antedicho no es más que el reflejo indefectible de fallos de comunicación entre los diferentes poderes y órdenes de gobierno, como ya se ha mencionado por numerosas voces, que en su momento propiciaron más la polarización con futurismos electoreros, desequilibrios y omisiones en el tema económico -y con ello el caldo de cultivo a su vez para el surgimiento de bandos politiqueros-, que un coyuntural factor de lucha armónica, que es lo que urge hoy: unificación de criterios, voluntades y un alto sentido de congruencia con responsabilidad para el entendimiento pleno del momento que se vive, motivando por consiguiente la toma racional de decisiones para proteger la vida, la salud y la subsistencia de la sociedad, según las necesidades de cada sector.

Mientras no exista coordinación transversal: un solo objetivo institucional sin tinte alguno partidario, que concentre la lucha armónica Federación-estados y aspirantes al poder, en pro de las medidas preventivas sanitarias, de organización política, administrativa y financiera para fortalecer asimismo la capacidad hospitalaria, de atención médica, de adquisición y distribución eficaz de las vacunas, no habrá mensaje alguno que tenga el poder de despertar conciencia ciudadana en pro de la responsabilidad imprescindible de cuidarse desde el seno familiar.

Es por ello, que a fuerza de la desventura del rebrote de Covid en la Entidad, destacan los esfuerzos de los dos principales candidatos a la Gubernatura por parte de las coaliciones “Juntos haremos historia (Morena, PVEM, PT y Nueva Alianza)”, y “Va por Nayarit (del PRI, PAN, PRD)”, Miguel Ángel Navarro Quintero, y Gloria Núñez respectivamente, coincidentes, junto con sus propias estructuras y precandidatos, con las autoridades, a cuidarse y cuidar de los ciudadanos. No obstante, es en la estrategia empleada por cada cual y los resultados obtenidos, en que radica el contraste, y quizá el factor clave que vaya definiendo en términos de comunicación, interacción ciudadana y comprensión recíproca del momento, su verdadero posicionamiento durante la justa constitucional y el clímax eleccionario. Que por ahora, justo es decirlo, con todo y claroscuros que aún dificultan la suma, la proyección de contenido y esencia ideológica, es el precandidato Navarro el que ha llevado una ligera ventaja en la toma de decisiones coyunturales, como el del anuncio de la suspensión de actividades masivas por los encuentros minoritarios, y el de hacer hincapié vía un discurso congruente con su persona e imagen con la realidad austera, sanitaria y de extrema necesidad en algunos segmentos poblacionales. ¿Qué tanto podrán mejorar todos y adaptarse totalmente a los nuevos cánones, para hacer de esta campaña, una campaña histórica, a partir principalmente de haber podido descifrar el cómo y el cuándo de la ayuda que requiere el pueblo de la nueva realidad?

La realidad es y será indómita hasta donde lo permita el nivel de entendimiento por parte de la estructura gubernamental tocante del tiempo que se vive y de las dimensiones exactas del mal, ceñidos de la verdad, sin negarla ni evadirla, para entonces adoptar una línea precisa de unificación, comunicación y voluntad para consumar un gran pacto por la salud de la nación que esté por encima de toda coyuntura de partidos y lucha estéril. ¿Será posible?

Con esto, resulta lógico entonces la reacción tenida por parte del Presidente López Obrador, primero días atrás, para sacar fuerzas de flaqueza y hacerse presente con un mensaje a los mexicanos y al mundo: “estoy evolucionando y pronto regresaré”, y ahora con todo lo que se tenga que hacer, retomar cabalmente el mando: por experiencia propia ahora sabe que la pandemia es en serio, y cuánto lo es, y más desde su responsabilidad como jefe del Ejecutivo, cuya ausencia en un momento crucial puede ser fuente de efectos imprevisibles, y vaya que en esta breve ausencia si lo fueron, pero sobre todo cuando su presencia se exige sea, sin más opción, elemento clave en pro de la unificación del país en un solo objetivo, ganar para la vida del pueblo con todo el poder y los recursos que ello requiere, inclusive a efectos de garantizar organización y orden en la vacunación de todos los mexicanos, no ganar por ganar y por el poder mismo, que sería muy lamentable y con cuantiosas e irreparables pérdidas

Por lo demás, con o sin alza de contagios, y en medio de las condiciones que presente la pandemia en abril, las campañas se llevarán a cabo, ése es el desafío para cada cual, será la gran prueba. El tiempo pues llegó, y muy pronto se sabrá, en la histórica contienda constitucional, el peso específico de todo actor participante por cuanto haya sido capaz de entender “su tiempo y sus circunstancias”, y por ende su papel mismo en la reconstrucción de “un Nayarit en serio”. 

Es un hecho asimismo, que el oficio político y la poderosa comunicación que de éste deriva, permite entender con la suficiente antelación y sin necesidad de medidas oficiales o por decreto institucional, como la resolución misma del Instituto Estatal Electoral de Nayarit (IEEN) de prohibir proselitismo alguno que implique reuniones masivas o descuido de la sana distancia, que la salud y la vida son la prioridad, y hay que salvaguardarlas a la par de propuesta prácticas para la manutención, que por lo visto, será la batalla que día con día se tendrá que librar, y en la medida en que los hoy aspirantes, posteriormente candidatos y después representantes populares y gobernantes sean capaces de verlo y marchar en consecuencia, será en ésta que habrán cruzado el umbral antedicho hacia una nueva normalidad que tendrá todos los cambios drásticos y desafiantes inimaginables, pero un factor común siempre los caracterizará: el sentimiento y el deseo imperecedero de justicia, de desarrollo y de vivir en paz. ¿Quiénes y cómo finalmente habrán de superar este trance, haciendo una auténtica conexión con el sentimiento de Nayarit? Sigamos atentos a la trama.

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