Tres tipos de muerte según Rius: por vejez, por accidente y por intoxicación
Sergio Mejía Cano
Ahora con esto de la pandemia del coronavirus, se ha oído constantemente respecto a un nuevo orden mundial, del que han salido infinidad de expertos en todos los temas de los que algunos han dado en llamar como teorías de la conspiración, así como de otros tantos que afirman que no hay nada de eso, sino que son acontecimientos que están llevando a que se tengan que dictar algunas medidas inevitables.
Por ejemplo en los Estados Unidos de Norteamérica (EUN), podría ser que desde hace tiempo ya se le ha estado buscando y buscando cómo poder controlar más a la gente, llegando a la conclusión, tal y como ya está visto, teniendo a las poblaciones en un estado de temor tal, que estén convencidas esas poblaciones de que si no acatan todo lo que se les dice, vendrán más calamidades que, a la postre, podrían desaparecer a la humanidad de la faz de la tierra.
Obviamente que la humanidad no va a desaparecer completamente, pues quienes van desapareciendo son los que van muriendo, y no precisamente por pandemias o epidemias, sino porque es natural que los seres vivos nazcan, crezcan, se reproduzcan y mueran; y no necesariamente todos los que fallezcan lo van a hacer en la misma forma, sino por diversas causas y motivos; incluso niños y bebés.
El escritor y humorista mexicano, Eduardo del Río (Rius), en uno de sus tantos libros referentes a la salud como el de “La panza es primero”, “El yerberito ilustrado” y otros más que hacen referencia a los hábitos alimenticios de la mayoría de los humanos, en uno de estos libros, Rius enfatiza que nada más existen tres tipos de muerte en la humanidad: por vejez, por accidente y por intoxicación.
Así que tomando esto como guía, se podría decir que la muerte por vejez es desde luego inevitable al cumplir el ciclo de la vida. En la muerte por accidentes, de acuerdo a lo escrito por Rius, entran desde luego también los asesinatos de todo tipo, ya sea a pedradas, puñaladas, balazos, caídas, volcaduras, atropellamientos, etcétera; sin embargo, en done enfatiza más el escritor michoacano, es en la muerte por intoxicación, que es la que más muertes genera entre la humanidad, por lo que Rius se enfoca a los hábitos alimenticios de los que la mayoría son inadecuados por considerarse dietas nada sanas, debido a no saber o no tomar en cuenta la combinación de los mismos, como por ejemplo en las frutas, que las comemos en una forma que más bien podrían ser una bomba para el estómago, porque la mayoría revolvemos frutas dulces con ácidas; y además, por lo regular las consumimos como postre, cosa que es un gran error, porque la fruta deberíamos comerla en ayunas o antes de los alimentos, ya que de hacerlo como postre, la fruta queda encima de la comida, por lo que ahí se fermenta y es cuando nos llegan los mentados reflujos y agruras.
Así que, tal y como ha avanzado la comida industrializada en el consumo humano, que en sí se podría considerar perjudicial por la química, el alto consumo de alimentos prácticamente artificiales, es lo que podría haber dado paso al resurgimiento de enfermedades consideradas como ya erradicadas y desde luego a la aparición de otras más letales. Pero en todo caso, se podría dar el caso de que debido a la mala alimentación de muchos de nosotros, nuestros organismos hayan ido perdiendo defensas debilitando el aparato inmunológico a tal grado, que ahora posiblemente estemos sufriendo las consecuencias, y de ahí que haya tantos muertos no nada más de coronavirus, sino de dengue y desde luego y por supuesto, de diabetes, hipertensión, males renales, cardiacos, etcétera; y todos tal vez generados por una alimentación inadecuada y mal balanceada.
Existe la posibilidad de que el pleito entre el gobierno gringo y la Organización Mundial de la Salud, haya sido por no llegar a un acuerdo en cuanto al control del covid-19, y desde luego por no emitir recomendaciones respecto a la alimentación, sino que todos los programas hasta ahora se han enfocado a confinamientos, usar cubre-bocas, cerrar negocios supuestamente no esenciales, aunque sí lo sean para sus dueños y un largo etcétera de normas respecto a higiene y sanidad, pero nada o casi nada se ha dicho en cuanto a dietas alimenticias que podrían coadyuvar a una alimentación sana y por ende, así, por medio de una buena alimentación atacar cualquier tipo de enfermedad; porque mientras más intoxicado esté un cuerpo humano con medicamentos o comida industrializada, de poco va a servir todo esto para poder recuperar la salud.
Sea pues. Vale.
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